sábado, 10 de abril de 2010

Mi presidio

Te vi partir
y el amor en mi silencio se hizo llanto
vi juguetear
sobre tu espalda haciendo ola tus cabellos.

Fija mirada

en la distancia yo iba siguiendo tus pasos
vi diluir
en tus pupilas empañada mi embeleso.

Pense vivir

donde jamas lograra palapar tu presencia
abriste el cielo del olvido
y me di cuenta
que estoy perdido en el camino de mis sueños. 

Mujer tu eres mi presidio
mi corazón es cobarde
en ti quiero refugiarme
aunque existen mil motivos
te ha sido imposible darme
amor tesoro escondido.

Como un felino

en acechanza vivo suiguiendo tus pasos
me siento esclavo
de la noble y sublime intención de tenerte.

Y no te enojes

si por sincenro un día te pido lo deseado
quiero que sepas
solo al mirarte la ansiedad loco me vuelve.

Y tu has notado

que no es antojo simplemente el que me asiste
es un amor
que he combatido pero insiste
y me seduce para que te siga amando.
 
Tu escrutadora mirada
tu voz callada me avisa
que me quieres con el alma
lo confirma tu sonrisa
y que tal vez sea mañana
que acudiras a mi cita. 


Este, es un vallenato del compositor Guajiro  Romualdo Brito, uno de mis favoritos. Lo pongo en el blog porque me hace erizar y evocar personas y un monton de cosas, la mayoría  buenas.

martes, 30 de marzo de 2010

Perdida entre sueños

Por alguna razón esto que escribí empieza como una canción...
bueno, el verso no es lo mío, pero lo que encontrarán a continuación fue inspirado en hechos reales, y en una pesadilla.




Te busco perdida entre sueños...
entre el aire pesado de los muertos
entre las caras apagadas de desconocidos

Me deslizo entre los muertos
como si fueran hierba mojada
que a cada paso me empapan
me cansan, me golpean suavemente,
me cortan con sus bordes
me convierten en piltrafas.

Esos muertos no tienen alma,
pero sus cuerpos fríos
no me dejan pasar, no me dejan verte,
ni hablarte, ni decirte,
que mi vida pende de un hilo,
que aún no soy uno de esos muertos,
que aún tengo esperanza,
solo si me escuchas
y me dejas explicarte
que me mantiene viva
en parte tu recuerdo
y en parte Dios
que no quiere que me vaya todavia al infierno.

Me acuerdo de nuestros paseos
en el campo imaginario de girasoles
donde ibamos cogidos de la mano
en esa pradera soleada, aquella noche
Con dolor hasta en los huesos
por las ganas de darte un beso

Hoy me duelen los huesos, las entrañas, el corazón,
los ojos cargados de lágrimas, el alma.
Los muertos avanzan, me arrastran, cada paso que doy me aleja mas de ti.
Me acuerdo del beso,
el único, el beso que me traspasó,
que me lleno de luz
que me erizó por dentro y por fuera...
ya no tengo más fuerza.

Tus ojos llenos de fuego me miran,
mi cuerpo se estremece,
quiero lanzarme a tus brazos,
pero tu odio me detiene,
te reconfortas al verme deshecha,
y te das la vuelta para no volverme a ver.

lunes, 1 de marzo de 2010

Suplicio tricolor

El siguiente texto, es un fragmento de una crónica que escribí hace tiempo sobre un partido Colombia- Chile  en el 2008. Como fue inspirado en el bar y los acontecimientos sucedieron allá, pues me pareció interesante recordarlo. Aunque la crónica deportiva no es lo mío, ni Colombia clasificó al mundial.



En un pequeño bar, en los alrededores de la Universidad de Antioquia, el administrador prepara todo para ver el partido. Antes tenían proyector, pero como se dañó ahora los partidos se ven en el televisor que se distorsiona cuando no tiene a alguien al lado.

En el bar hay apenas tres personas cuando empieza el partido. Miran desde la barra a los jugadores cantar el himno nacional y nadie comenta nada. Todos están a la expectativa de lo que va a pasar. Si Colombia gana, hay celebración, aunque al día siguiente todos tengan que trabajar o estudiar. Mientras hacen el chute inicial, el encargado coloca rock en español, que seguirá casi todo el partido, y provee de cervezas a las otras dos personas que lo acompañan.

El bar empieza a llenarse en el minuto 13. Para ese momento Colombia ya tiene una tarjeta amarilla y un cabezazo de Aquivaldo en el pórtico que se va por encima. Nadie ha metido gol y ambas selecciones vienen de perder como locales. Quien pierda ahora quedara fuera de la zona de clasificación al Mundial.

De un momento a otro el bar esta lleno. Los chilenos son tibios en el juego y los colombianos juegan con nerviosismo. Empiezan las premoniciones. Una mujer de la mesa del centro afirma que los colombianos van a perder cuatro cero. Sus compañeros la regañan. Puede que estas palabras traigan mala suerte a la Selección.

Minuto 26.Gol de Gonzalo Jara para Chile. Todos en el lugar maldicen. La mujer de la premonición se ríe para fastidiar a sus compañeros. Los chilenos se despiertan y empiezan a hacer jugadas impresionantes.

Minuto 39 y otro gol de Chile marcado por Humberto Suazo. Ya empieza a sonar a ironía que Colombia se levante. Aunque casos se han visto y todo puede pasar con la selección tricolor.

Con el fin del primer tiempo, muchos aprovechan y van por su segunda cerveza. Otros por la tercera, por la cuarta, o por la quinta. Suenan canciones de Fito Paez y Café Tacuba, En el bar se escucha un murmullo general, pues todos hablan con todos. Sin darse cuenta ya han pasado los primeros minutos del segundo tiempo y Dayro Moreno reemplaza a Giovanny Hernandez.

Ahora todos colocan su atención, sus fuerzas y su energía en el partido. Este segundo tiempo es la oportunidad de Colombia. Pero Chile se ve superior.
Al tercer minuto del segundo tiempo…gol de Chile. Silencio y frustración en el lugar.

Apesadumbrados todos, se resignan. Un casi cuarto gol de Alexis Garcia que finalmente es sacado de la línea por Mosquera. La desazón reina en el lugar. Que metan uno por lo menos, dicen algunos.

Efectivamente faltaba un gol en el partido. Desafortunadamente, también de la selección Chilena. A los 71 minutos, un golazo de Matías Fernández.

Pitazo final. Sin tiempo de reposición. En el televisor distorsionado se ve a los chilenos saliendo del estadio. Uno de los asistentes apaga el aparato. Los asistentes empiezan a salir del lugar. Mañana hay que ir a trabajar.